jueves, 10 de febrero de 2011

Dos poemas de Constantino Kavafis

(y uno más)
Cavafis, C. P. Poesía completa, Madrid, Alianza Tres, 1989.
Traducción de Pedro Bádenas de la Peña.


Esperando a los bárbaros

-¿Qué esperamos congregados en el foro?
Es a los bárbaros que hoy llegan.
-¿Por qué esta inacción en el Senado?
¿Por qué están ahí sentados sin legislar los Senadores?
Porque hoy llegarán los bárbaros.
¿Qué leyes van a hacer los senadores?
Ya legislarán, cuando lleguen, los bárbaros.
-¿Por qué nuestro emperador madrugó tanto
y en su trono, a la puerta mayor de la ciudad,
está sentado, solemne y ciñiendo su corona?
Porque hoy llegarán los bárbaros.
Y el emperador espera para dar
a su jefe la acogida. Incluso preparó,
para entregárselo, un pergamino. En él
muchos títulos y dignidades hay escritos.
-¿Por qué nuestros dos cónsules y pretores salieron
hoy con rojas togas bordadas;
por qué llevan brazaletes con tantas amatistas
y anillos engastados y esmeraldas rutilantes;
por qué empuñan hoy preciosos báculos
en plata y oro magníficamente cincelados?
Porque hoy llegarán los bárbaros;
y espectáculos así deslumbran a los bárbaros.
-¿Por qué no a acuden, como siempre, los ilustres oradores
a echar sus discursos y decir sus cosas?
Porque hoy llegarán los bárbaros y
les fastidian la elocuencia y los discursos.
-¿Por qué empieza de pronto este desconcierto
y confusión? (¡Qué graves se han vuelto los rostros!)
¿Por qué calles y plazas aprisa se vacían
y todos vuelven a casa compungidos?
Porque se hizo de noche y los bárbaros no llegaron.
Algunos han venido de las fronteras
y contado que los bárbaros no existen.
¿Y qué va a ser de nosotros ahora sin bárbaros?
Esta gente, al fin y al cabo, era una solución.
pide  que  el  camino  sea  largo,
lleno  de  aventuras,  lleno  de  experiencias.
No  temas  a  los  lestrigones  ni  a  los  cíclopes,
ni  al  colérico  Posidón,
seres  tales  jamás  hallarás  en  tu  camino,
si  tu  pensar  es  elevado,  si  selecta
es  la  emoción  que  toca  tu  espíritu  y  tu  cuerpo.
Ni  a  los  lestrigones  ni  a  los  cíclopes
ni  al  salvaje  Posidón  encontrarás,
si  no  los  llevas  dentro  de  tu  alma,
si  no  los  yergue  tu  alma  ante  ti.
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes voluptuosos,
cuantos más abundantes perfumes voluptuosos puedas .
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Tu llegada allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguardar a que Itaca te enriquezca. 
Así,  sabio  como  te  has  vuelto,  con  tanta  experiencia,
entenderás  ya  qué  significan  las  Itacas.



Ítaca

Cuando  emprendas  tu  viaje  a  Itaca
Pide que el camino sea largo.
Que sean muchas las mañanas de verano
en que llegues —¡con qué placer y alegría!—
a puertos antes nunca vistos.
Detente en los emporios de Fenicia
Ten siempre a Itaca en tu pensamiento.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque  la  halles  pobre ,  Itaca  no  te  ha  engañado.


El olvido

Encerradas en un invernadero,bajo los cristales, las flores olvidan
cómo es la luz del sol
y cómo sopla, al pasar, la húmeda brisa.

3 comentarios:

  1. Qué poeta genial, recuerdo haber leído "Termópilas, quedó sepultado en mi memoria al instante. Saludos!

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  2. "Ítaca", sobre todo, es uno de mis preferidos. Me viene bien, cada tanto, recordar qué significan las Ítacas... Un abrazo

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